EL AMOR, EL SUFRIMIENTO Y LA EXISTENCIA.
“El hombre en busca de sentido”
Viktor E. Frankl
En este ensayo, podría referirme a lo que es la Logoterapia y su aplicación. Pero dejarme llevar por el tema teórico seria muy fácil y basta solo con explicar y llevar a ala realidad la segunda parte del libro. Sin embargo me importa más el sentido humano que el autor, Viktor le da a su relato.
Leer un relato de un campo de concentración y la vida que se daba al interior de estos recintos, nos demuestra lo cruel que puede llegar a ser la Humanidad, pero lo más sorprendente, es el saber que muchos de los que vivieron tuvieron una fuerza para poder sobrevivir y saber comprender ese sufrimiento, y lo que es más difícil, poder vivir con él.
Los cristianos hablamos de vivir con la cruz de nuestros pecados en nuestros hombros, pero que diferente es vivir con el temor de morir en cualquier momento, es como para dejarse vencer por la adversidad y no seguir el camino que el destino nos tiene trazado, para poder llegar a lo que el universo espera de nosotros.
No estamos predeterminados a tener cierto tipo de reacciones frente a tal o cual suceso, como muchos teóricos ya sean científicos, sicólogos o sociólogos quienes quieren determinar al hombre como un ser predecible y el relato de Viktor nos confirma esta aseveración. Somos únicos y con ello, respuestas únicas.
El sentido de la vida.
¿Cuantas veces no nos hemos preguntado por el sentido que tiene nuestra existencia? No es necesario estar en una depresión o en una dificultad tal, como la sufrida por Frankl, para detenernos un momento de nuestra existencia y preguntarnos: ¿Cuál es la razón para seguir en este mundo? No hablo de suicidios, sino que debemos tener conciencia de lo que queremos, y el hacia donde vamos. Mientras Viktor estaba en los campos, muchos sobrevivieron por estar pensando en su familia, otros en sus señoras, otros en terminar alguna obra otros para demostrarle a al Humanidad lo fuerte que es el ser Humano y lo injusto e insensato que puede llegar a ser el hombre.
Existen dos clases de hombres, los sensatos y los insensatos, pero decir que estos grupos son inamovibles seria un determinismo, y eso es lo que he negado a un comienzo. Así, alguien que pudo hacer sido muy sensato se puede transformar en un mounstro de la noche a la mañana. Es allí donde entran en juego el amor y el sufrimiento.
Me recuerdo de una historia de amor que escuche en un viaje que hice al norte del país. Contaban que un joven, vivía feliz con su mujer, hasta que un día supo que uno de los 2 hijos que el joven matrimonio tenia, era de una infidelidad de la mujer. El joven, que era hasta ese momento una excelente persona, descargó toda su ira contra su mujer, quien sorprendida miraba como su marido por primera ves mostraba una faceta violenta, y así fue capas de matar al hijo bastardo delante de ella, para luego suicidarse.
Claramente acá aparece alguien que toda su vida había sido sensato y muy buena persona. Su sentido de vida siempre lo había enfocado en su familia, especialmente en sus hijos y en el amor de su mujer. Pero cuando supo que todo era una ilusión y que la mujer le era infiel desde hacia varios años. Su sentido de vida, por lo que vivía se derrumbo. Entro en desesperación, en querer despertar de esa pesadilla, una pesadilla que lo tenia a él, como un gran invecil, que fue burlado toda su vida, primero por su familia en la infancia, ya en la adolescencia por los amigos y compañeros de la universidad; y posteriormente por su mujer en el matrimonio. La vida correcta y sensata que había escogido lo había traicionado, el amor que tanto gozo en la vida le había traído, fue lo que lo llevo a la desesperación, no por no saber asumir el sufrimiento, sino por perder lo único que le daba fuerza para despertar cada mañana y ver el sol tan hermoso como la rosa que brota en septiembre: había perdido su razón de vivir.
El amor, aquel sentimiento inexplicable que nos hace ser hombres y no animales (aunque algunos creen que es la razón), es el que da el sentido a nuestra existencia. ¿Para que estamos en este mundo si no es para amar? La Logoterapia basa sus principios en esta máxima. Si los hombres fuésemos incapaces de amar, jamas podríamos vivir y enfrentar con decisión y valentía nuestros sufrimientos. Son estos los que le dan motivos a las personas para luchar. No conozco a nadie que en su vida no haya tenido algún problema, es mas, muchos de nosotros vivimos con una pesada cruz, que traemos de nuestro pasado, la cual nos puede llevara hacer cosas como la que tuve que hacer yo hace muy poco tiempo atrás. He escogido esta historia, mi historia como una historia de sufrimiento y de esperanza. Quizás no estuve en un campo de concentración, pero demuestra la capacidad que tiene el ser humano para vivir y asumir el sufrimiento, aunque ello cueste, la libertad individual de la persona.
En las tantas aventuras que he tenido en mi vida, en cada una de ellas he tenido que replantearme el problema de mi existencia. Ya sea cuando era golpeado por mis amigos cuando niño, las veces que era el centro de atención al ser un niño con amplias capacidades artísticas, las veces que me asaltaron, en las peleas callejeras que me he visto envuelto, mientas estuve hospitalizado tras el accidente vehicular o cuando estuve en medio de un tiroteo mientras realizaba labores de voluntariado, etc. En cada uno de estos episodios, me he visto en la necesidad de replantearme mi vida, y esto porque la presencia del sufrimiento se ha hecho presente y el sentido que le doy a mi vida, tiene que estar en función siempre del AMOR, el cual me hará sentir capas de vivir y el SUFRIENTO, signo de que estamos vivos. Ambos elementos se unen en cada una de nuestras almas, donde encomendamos nuestras vidas a un ente metafísico universal, es decir, le damos dirección a nuestra vida, logramos dar a nuestra presencia en la tierra un SENTIDO EXISTENCIAL.